A pesar de los indiscriminados ataques de muchos políticos y de algunos medios de comunicación hacia los motoristas, a pesar de que (de nuevo) al gobierno vuelve a hacer de las suyas y sigue gastando más medios en robarnos dinero a base de multas estúpidas y leyes recaudatorias que en mejorar la seguridad vial… a pesar de todo, los amantes de las motos tenemos un buen motivo para alegrarnos: los precios de gran parte de las motos de gran cilindrada en nuestro mercado ¡ESTÁN BAJANDO!
¿Y cómo se ha producido este milagro? Pues, la verdad, así de simple y llanamente porque los legisladores, en un nuevo ejercicio de ignorancia, tomaron una medida aparentemente ecológica en el que, como es habitual, no tuvieron en cuenta más que los automóviles. Esta fue que, para salvar la imagen de España y su avejentado parque móvil frente a la CE- tenemos una mayor cantidad de vehículos antiguos y, por lo tanto, más contaminantes que gran parte de los países de la Comunidad Económica Europea - llegó la conclusión de quitar el impuesto de matriculación a los vehículos que tuviesen unas emisiones de CO2 por debajo de un límite . Realmente, este gas no es especialmente contaminante pero como el político de turno debió oír en algún sitio que afectaba a la capa de ozono, pues decidió inventarse esta medida “ecológica” que queda tan bien cara a la galería, aunque resulte un poco inútil en la práctica… aunque al final los motoristas no nos podemos quejar porque la medida nos ha beneficiado, ¡y mucho!
Este límite de misiones se ha fijado en 120 g de CO2 por kilómetro recorrido, algo que está en relación directa con la gasolina quemada . La medida en un primer momento sólo se aplicó los coches, pero rápidamente las asociaciones motoristas y de fabricantes pusieron el grito en el cielo exigiendo que las motos de tratar igual que cualquier otro vehículo. Esto ya de por sí demuestra que la medida se tomó únicamente por motivos políticos, sin ningún conocimiento real del mercado, pero lo cierto es que el ministerio tuvo que aceptar esta solicitud que tanto nos beneficia puesto que, lógicamente, una moto gasta menos que un coche, por lo que quema menos gasolina y, por lo tanto, emite menos gases entre ellos este CO2.
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